Soy un Somo 20 ¿y tú?

Hay muy poca información sobre los veleros Somo en la red.
Si conoces algo sobre los Somo en general y los 20 en particular o tienes datos (datos de astillero, diseños, planos, prospectos, artículos, fotos) y los deseas compartir, contacta conmigo.
(Tienes mi dirección de correo en Mi perfil)
Aquí tienes los datos, planos y demás que he recolectado hasta ahora:
https://sites.google.com/site/hoopersomo/archivos

miércoles, 10 de octubre de 2012

Malala Yusufzai, te deseo lo mejor



Con permiso de Hooper.

Esta tampoco es una entrada náutica. Pero me lo pedía el cuerpo.

Cuando he oído esta mañana en la radio que una niña de 14 años, Malala Yusufzai, ha sido tiroteada por defender el derecho de las niñas a la educación, además de denunciar la violencia y la represión en su región, he sentido un dolor en las tripas. Y me he propuesto, servir de humilde altavoz.

La noticia:

Los talibanes tirotean a una chica de 14 años por defender el derecho a estudiar
  • Malala Yousafzai, que vive en el valle del Swat, en Pakistán, recibió un balazo en la cabeza
  • Los médicos han logrado extraerle la bala y se encuentra estable
 Ni noticias del Gobierno, ni de las próximas elecciones. Todas las cadenas de televisión de Pakistán abrieron el martes sus informativos con el ataque de los talibanes contra Malala Yousafzai, una estudiante de 14 años. ¿Qué había hecho esta cría para merecer su ira? Estudiar y defender el derecho de las niñas paquistaníes a recibir una educación, también en su comarca, el valle del Swat, al noroeste del país. El pistolero la ha alcanzado en la cabeza. La niña fue operada anoche en Peshawar. Los médicos han logrado extraerle la bala de la cabeza y se encuentra estable...

El País
enlace a la noticia

Los talibán reconocen ser los responsables del tiroteo contra la activista de 14 años

Ehsanullah Ehsan, portavoz de Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP, una alianza de milicias talibán paquistaníes que actúan en las regiones tribales), ha reivindicado este martes a través de la cadena de noticias BBC Urdu el ataque perpetrado contra el coche en el que viajaba Malala Yusufzai, una activista paquistaní de 14 años que hace campaña a favor de la educación de las niñas en su país y contra la represión, en el valle de Swat (noroeste).

Ehsan ha confirmado que atacaron ese vehículo porque Malala es una joven profana y anti talibán. La activista se empezó a hacer popular en 2009 por escribir un diario para BBC Urdu sobre cómo era la vida en el valle dos años después de que las milicias talibán tomasen el control del territorio.
...

El Economista.es
enlace a la noticia

Malala Yusufzai en Wikipedia: http://en.wikipedia.org/wiki/Malala_Yousafzai

Sé que escribo esto desde las tripas, no desde la cabeza, pero a veces hay que hacer estas cosas.

Malala, te deseo lo mejor, que puedas vivir tu vida, que vistas las actitudes de algunos, no es poco. Y que sea así para todas las niñas de tu país.

Y saludos a los musulmanes de buena voluntad, porque esto no va de eso. O no debería ir de eso.

martes, 11 de septiembre de 2012

Se nos ha roto el stay



El sábado 1 de septiembre se nos rompió el stay.

Estuvimos navegando, un barco amigo y yo, como salvajillos, con un viento NW, un tanto rolón hacia N y variable, que a ratos soplaba a unos humildes 6 Kn, como de repente subía hasta 10, mantenido, con unas rachas de hasta 12, con lo que andaba a ratos recogiendo un poco de génova o soltándolo todo, o rizando la mayor y soltando, con velocidades entre los 3,5-4 Kn en los momentos flojos y haciendo 5-6 kn en los momentos más fuertes...

Disfrutando de verdad. Además, estaba la mar entre rizada y marejadilla, pero sobre una mar de fondo relativamente pequeña, así que se podía navegar muy bien. Hacíamos bordos sin parar, jugando como chiquillos al que te cojo, al otro o a un perseguido imaginario...

A veces me parecía que el stay estaba un poco más curvado que de costumbre, pero el viento a veces era durillo...

Se acercaban las dos del mediodía. Ese día era la "bajada" en Lekeitio: el inicio de las fiestas, con el desfile de gente disfrazada para llegar a la plaza y empezar las fiestas, con la bajada de Antero.

Así que me despedí de mi amigo y volví a puerto, pues no quería ir tarde a comer.

Pasé Amandarri a vela, y delante de las boyas exteriores del puerto, empecé a recoger vela.

El enrollador iba duro, y no acertaba a ver porqué. Pensé que habría alguna vuelta mordida en el tambor, me pasa mucho. Tiré un poco y libró y se enrolló aunque con un "tacto" un poco raro...

Recogí la mayor, puse defensas y me fui a mi amarre.
Cuando estaba amarrado, abrí el stopper de la driza del génova, para aflojar la tensión de ésté, y me sorprendió que salió un buen cacho, como medio metro, velozmente. Normalmente eso no pasaba... Iba a pasar a proa y entonces me di cuenta y me sorprendió que los obenques iban flojos.

Entonces miré arriba, y descubrí el pastel: el enrollador entero colgaba de la driza y por la punta del enrollador asomaba lo que antes fue un cable, como si fuera una escoba de las viejas despeluchadas... ¡¡Ostras!!


 Así de despeluchado quedó el cable por arriba.
Lo blanco es un cabito que le até para que no se perdiera dentro.
Al enrollador le falta el tope superior, que se lo quité 
para mirar cómo estaba el cable por dentro.

En ese momento, me sonó el teléfono. Mi amigo, el de siempre, mi ángel de la guarda, el que siempre está en los buenos y menos buenos momentos, me informó que tenía algo raro en el enrollador o en el palo. Le dije que sí, que lo había visto. "¿Y el palo?".

Buena pregunta. En un aparejo fraccionado de crucetas retrasadas, son los obenques, altos y bajos, los que evitan que el palo caiga para adelante. Puedes soltar totalmente el backstay, y no caerá. Pero sólo el stay de proa evita que el palo caiga para atrás. ¡¡Glup!!

A no ser que... Con el uso del spi, había cogido la costumbre de llevar la driza del spi sujeta en el balcón de proa, con el fin de poder colocarla en el puño de driza del spi (pues suelo subirlo desde la amura que esté a sotavento). Esa driza era la que estaba sujetando el palo (esta tensa tensa) y había evitado su caída.

¡¡Santa costumbre!! Que por supuesto, seguiré manteniendo...

Lo demás,  no tiene mucha historia. Acepté la ayuda de mi amigo para bajar del todo el enrollador, desengancharlo y asegurar el palo también con la driza del génova por si acaso, y sujetar el enrollador sobre la cubierta.

Con lo que tanto el como yo, llegamos tarde a comer... Lo de este hombre es la leche y de agradecer...

El motivo de la rotura, lo achaco a años de uso, y probablemente a que el enrollador, al girar, actuaba sobre el tensor del stay, apretándolo o aflojándolo aleatoriamente. De hecho, la parte que unía el tensor a la cubierta, estaba totalmente suelta.

Me dio un poco de remordimientos pensar que abuso un poco del Hooper y de esos días durillos... aunque creo que no hago el loco (otra cosa será lo que piensen otros de mí). Con razones, mi amigo calmó mi ánimo diciendo que si un barco así no estaba diseñado para aguantar 10 o 15 kn de viento, era un delito, que aguanta eso y más... Así debe ser. Probablemente, los años y la fatiga de los materiales no pase en balde.

En breve estará arreglado, espero. Todavía me gustaría navegar un poco más a vela antes de que llegue el invierno... Por supuesto con la driza del spi sujeta en el balcón de proa...

lunes, 10 de septiembre de 2012

Paro de motor. Momento apurado y lección a futuro.



Viernes 31 de agosto, por la tarde.

Tenía ganas de navegar. Me acerqué a la "Tala", rompeolas de Amandarri, a ver la mar.

La barra estaba un poco dura, con unas olas de mar de fondo de metro, más o menos. Pero estaba montada sobre una cierta marejadilla, lo que las hacía un poco pendientes.

Tenía ganas, y cierto mono, y decidí salir.

Con todas las medidas de seguridad de rigor (chaleco automático, etc) y con la mayor rizada.

Pasé la barra razonablemente bien. Fuera no había nadie, salvo algún profesional (pescadores).

La verdad es que el aspecto de la mar era un tanto desordenada, montada sobre una mar de fondo de metro y poco, pero con marías más altas, además de un componente de marejadilla, que hacía las olas bastante rápidas.

De hecho, una ola que chocó con la aleta llegó a mojarme, reventada contra el casco (mojarme, que no entrar dentro...).

El viento era sostenido, entre 8 y 10 Kn NW, por lo que llevé la mayor rizada y medio génova.

La verdad es que cuando uno empieza en esto, parece que ir rizado es como ir frenando, un poco acojonado, y no es así. Ni tiene sentido salir rizado "por si acaso" con una brisilla, ni tiene sentido mantener todo el trapo arriba cuando te juegas una orzada en cualquier momento o el barco lleva una escora excesiva. La realidad es que en muchas ocasiones, cuando estás en esas condiciones (pasado de trapo), rizar no hace que vayas más despacio, sino más cómodo y seguro. Puede que incluso puedas ir más rápido...

El Hooper, aunque se puede mantener, con 10 Kn de viento mantenidos empieza a pedir reducir trapo. Mejor hacerle caso. Con la mayor que tengo, con una cierta barriga, si la rizas consigues una vela plana total, y la diferencia se nota. Si además recoges algo el génova, se gana en comodidad.

Estuve navegando con comodidad, e intentan desentrañar cómo se maneja la embarcación con esas olas más bien cortas y altas (alguna lo fue mucho).

Más tarde el viento cayó, y abrí todo el aparejo.

Con ese viento, con buena mar habría pasado la barra a vela (aunque siempre el FB encendido, por si acaso, como muy bien me recomendó un buen amigo, el que luego se dirá), pero tal y como estaba, no era cuestión de que me quedara desventado, cruzado o...

Así que a la altura de la punta N de la isla, éncendí motor, recogí génova, arrié la mayor, y me dispuse a entrar. La ola estaba un poco bestia. Acojonaba un poquito, aunque la verdad, me sigo fiando del Hooper.

El motor arrancó sin novedad (este año está yendo como un campeón, solventados los problemas que tuve con la boya del carburador) y avanzaba seguro, con las olas por la popa, que me lanzaban muchas veces bien por encima de los 6 kn. De repente, pasados unos minutos, se paró... ¡¡Vaya momento!! A unos 150 metros al Norte de Amandarri y con ese berenjenal...

Comprobé el "hombre al agua". Volví a cebar y tirar del arranque como un poseso. Nada.

Pensé en fondear, pero donde estaba la  mayoría del fondo es muy rocoso, y tampoco me apetecía enganchar un ancla tipo arado, con cadena, en una roca y quedar allí proa a la mar recibiendo guantazos.

Pues nada, lo que había descartado desde el principio, hacerlo. Subí la mayor muy rápidamente y sin miramientos, aprovechando que estaba medio aproado, aunque no pude completar la izada, pues perdí el aproamiento, así que la ricé y así la dejé. Abrí el génova.

Tenía poca velocidad y la mar me sacudía, pero iba con el viento (N-NW y más bien flojo) por la aleta... Intenté ganar velocidad dando popa al viento y a orejas de burro (donde estaba ni pensar en aproar para buscar un través), pero con el viento también venía la ola por la aleta, así que sufrí y aguanté un poco, para subir a una velocidad de más de 3 kn y volví a poner a la aleta. El problema era que en estos momentos el canal para pasar no es demasiado ancho, pues si te aproximas mucho a la isla, hay bajíos de arena, y si te arrimas mucho a Amandarri, corría el riesgo de quedarme demasiado cerca del fondo rocoso que tiene al N (muy sucio) y de la rotura de las olas. Y cuando la barra está así, te parece aún más estrecho de lo que es...

Imagen del puerto de Lekeitio. La barra se forma entre Amandarri y la isla
Si hacéis clic en la imagen, veréis un mapa del puerto.

Pasé Amandarri bastante bien, pero luego está el problema de que la configuración del puerto y las casas, con estos rangos de vientos desventan un poquito, y la ola entraba, pero bueno, ya estaba dentro. Sin mucha velocidad, pero dentro. Lo peor pasado.

Si dijera que no pasé miedo y preocupación, mentiría. Pero lo hice lo mejor que pude, y acerté. O salió bien.

Aproveché el momento para dar otro par de sacudidas al motor. Nada. Terminé de levantar la mayor, pues pensaba que tendría que entrar al puerto a vela.

Ya no me preocupaba mucho, allí dentro tenía ayuda, y en el peor de los casos, podría fondear (en arena) o atarme a una de las boyas exteriores, aunque prefería entrar a puerto. Pues no hubo forma.

Para entrar al puerto, tenía que ceñir simplemente. No hacía más que mirar la ikurriña que está en la punta del espigón de Er (que llamamos Tinglado). A ratos ondeaba alegremente y a ratos se caía de repente. Y siempre caía cuando iba a cruzar su punta, y me quedaba sin maniobra y al garete. Dando la popa al viento, podía conseguir un nudo y algo, al menos para poder maniobrar e intentarlo de nuevo... Cuatro veces lo intenté y no había forma (o estaba muy nervioso y fallaba yo).

Me acordé de lo que leí en un libro: "Para poder navegar a vela, es crucial ganar velocidad".

En la punta del Tinglado estaban dos amigos. Uno me preguntó si necesitaría remolque. Le dije que igual sí. Fue el hombre (que parece mi ángel de la Guarda, siempre aparece en los momentos en que necesito ayuda) a por un bote de remos para darme remolque. Donde estaba no merecía la pena mover su barco.

Justo veía que se acercaba cuando en un último intento, volví a cebar y el motor arrancó. Y ya no se volvió a parar.

Y entonces vi la causa. ¡¡Estaba el tubo de la gasolina pillado con la tapa de un tambucho, precisamente en el que hago descansar mis 90 kg para patronear a motor!! Como llevaba un rato de pie, el tubo había recuperado su forma y la gasolina pudo pasar mal que bien y permitió cebar y arrancar

Como me dijo mi amigo: "La próxima no se te va a olvidar mirarlo..."

Así habrá que tomarlo...


martes, 28 de agosto de 2012

Velas, peces y lunas



Navegadita en una tarde de agosto que acabó en noche, o de cómo me estrené como navegante a vela (balandrista, como dicen en Lekeitio) nocturno en el Hooper.

Bajé tarde al Hooper. Sobre las 7 de la tarde. Unos deberes domésticos me habían impedido bajar antes. De todas formas, esa tarde había una brisita del E o NE, que tampoco presagiaban muchas emociones. Así que decidí hacer un par de cosillas pendientes en el Hooper y salir luego a cacear un poco, a ver si pescaba algún pez.

Y es que, desde que empecé con esto de la vela, siempre pienso que tengo que ir a pescar, pero luego, cuando voy a vela tan ricamente, y tan entretenidamente muchas veces, me da mucha pereza poner la caña. Así que ya van años que casi el único pescado que se come en casa es el que compro...

Salgo. Voy a ir a motor así que casi ni recojo las defensas, sólo un par de bolas que tengo las subo a la cubierta, porque si no me van a pegar en el agua. Preparo la caña y la pongo en el cañero. Soltaré 50 metros de línea hasta el plomo de 350 gr y luego el bajo de línea, casi otros 50 metros, hasta el pez artificial. Uno que imita a nosequé, pero tiene buena pinta, y ya ha pescado algún otro pez. A motor a unos 3 Kn de velocidad.

El mar tiene una insignificante ola, está casi plano...

Veo fuera otros amigos "balandristas", pero casi sin velas, pienso que también estarán pescando. No me acerco. Luego me arrepentiré, porque me dirán que han visto unos cuantos delfines, a media milla de la costa... :-( Pero voy a lo mío.

Doy un par de pasadas por un sitio un poco querencioso, tanto para lubinas (cuando las dejan estar) como para hagin-zorrotzak (o lanpo, o serruchos, Sarda sarda), que cada vez se dejan ver más, aunque este año no he oído que se hayan pescado muchos aún... Nada. No pica nada.

Decido irme a la zona donde suelo (solía) pescar verdeles (caballa, Scomber scombrus) cuando es su momento, a unas 3 millas al N-NE del puerto de Lekeitio. Primero porque me apetece alejarme un poco, y segundo porque siempre circula un tópico entre pescadores de que "¿serruchos? A dos millas tienes los que quieras...". A ver si es verdad...

Subo un poco la velocidad, hasta 4,5 nudos, si no se me va a hacer de noche antes de llegar. Llego a la zona y tanteo un poco a ver, pero no pica nada. Cambio de pez, a un Yo-Zuri flotante de 12 cm, color RH (Red Head, cuerpo en blanco y cabeza roja, un clásico), que se verá mejor que el otro y es muy atractivo en aguas profundas. También bajo el peso del plomo hasta los 200 gr, pues como se acerca la noche, el plancton sube y los depredadores y los depredadores de los depredadores también lo harán. O eso pienso al menos.

Llevo una media hora sin picada. Son las 9 pasadas. La brisita se ha estabilizado como una brisa sostenida del E-NE, que no tiene mala pinta. Así que me dan las tentaciones... ¿Y por qué no? Quito la funda de la mayor, dejo limpia la maniobra, drizas y escotas y... "¡¡Izar mayor!!" "¡¡A sus órdenes, capitán!!" (Es para hacerme la ilusión de que mando algo :-)).

El Hooper navega a unos 3 Kn, bien para cacear. Pongo rumbo S-Sw, para Lekeitio, con el aparente por el través de babor.

Sigue sin picar nada, así que decido recoger la caña. Justo en ese momento, la puntera se dobla mucho y el carrete empieza a escupir línea, mientras la carraca protesta con todas sus fuerzas "TRRRRR...".
Pongo el Hooper "al pairo", para no preocuparme de la caña ni de velas y comienzo a cobrar. Los primeros 25 metros se deja, pero luego vuelve al ataque, así que me cuesta mucho llegar hasta el plomo. Tiras y aflojas contínuos. Pienso que será un buen pez, por encima de los dos kilos. Casi seguro, un hagin-zorrotza.
Retiro el plomo y sigo recogiendo. En ese momento, arranca para el otro lado y pasa por debajo. Siento como la línea roza el casco o la orza. Probablemente ésta. Ya dice un amigo: "Hagin-zorrotza arrain gaizto gaiztoa da" (El serrucho es un pez muy malo, muy cabr...)
Pongo la caña al medio para que Hooper abandone el paireo y no se cruce en el camino del sedal. Conseguido, pero en ese momento, el pez tira hacia el otro lado, hacia popa, con tal mala suerte que la línea hace una vuelta mordida a 2 cm de la punta del chicote que ata una defensa pequeña que tengo en la aleta de estribor (tenía que haberla quitado). El pez para e intento librar la vuelta, pero arranca de nuevo. Veo la línea tensarse, empieza a silbar con la brisa hasta que "PASS", estalla por el nudo.

Me da mucha pena por tres cosas:
  • He perdido mi pez. Bueno, se ve que en realidad no era mío.
  • He perdido una buena "rapala", con lo que cuestan.
  • El pez se va con una rapala enganchada de 12 cm. Espero que al menos consiga quitársela y sobreviva...
Con todo el jaleo, se ha hecho de noche. Hemos estado un buen rato negociando. Más de 15 minutos.

Seguimos navegando. Recojo la caña y enciendo las luces. Sigo estando a 3 millas y pico de Amandarri (la punta del rompeolas de Lekeitio), así que voy a volver de noche-noche. Con nocturnidad y alevosía.

¡¡Vaya!! Ahora que veo la foto, 
esa vela se podría trimar mejor...

Sí, alevosía porque sabía que pasaría esto ;-) (aunque cuando he salido no esperaba volver a vela).

Llevo tiempo dando vueltas a la idea de hacer una navegada a vela de noche, pero la Capitanía (la de casa, se entiende) no me da el despacho. En fin, la noche es peligrosa, nadie sale de noche, por algo será... Supongo que un poco mezcla de realidad (objetivamente hay más riesgo de que pase "algo") y de miedos atávicos (la noche nos da respeto a todos, aunque parezca poco probable que existan monstruos que salgan de las profundidades para llevarte con barco y todo al fondo...).

Llamo por teléfono a mi mujer y le explico que estoy bien, que las condiciones son estupendas y la hora a la que calculo que llegaré, y que cuando entre a puerto la llamo.

Bajamos navegando a 3,5-4 Kn, trimando las velas un poco al reflejo de las luces de navegación y por la forma que toman. Porque no veo apenas los catavientos. Bueno, tengo una luz de esas que se sujetan en la cabeza, en plan casco, pero no me apetece buscarla. Sería como fastidiar un poco este momento... Hooper navega tranquilo pero decidido. De noche parece que el viento y las olas en la costa, se oyen más.

Disfruto del momento como un enano. Las sensaciones son enormes. Lekeitio desde el N se ve bonito, con la iglesia iluminada como si estuviera en medio del pueblo y por encima de él, vigilándolo y protegiéndolo, y con la iluminación que le pusieron, se ve imponente. Trato de sacar una foto, pero no se va a ver ni taba, sólo negrura y algo iluminado borroso.

De repente, oigo lo que parecen unas explosiones. ¡¡Ostras, los fuegos artificiales de Donostia!! El viento, del E, trae los ruidos. Veo los fuegos desde el Hooper. Lejanos, claro. ¿Se puede pedir más?

Llego a vela hasta la isla, hasta que ésta me desventa y las velas se mueren. Pongo el motor y al ralentí, navego para entrar al puerto. No tengo prisa. Me dan ganas de darme la vuelta, pero me pueden asesinar si lo hago... :-) Recojo las velas mientras el Hooper avanza manso a través de la barra, absolutamente tranquila. ¡¡Qué gozada!!

Entro a puerto con una sensación de satisfacción y tranquilidad increíbles. Llamo a la "Capitana" para comunicarle mi posición.

Esto hay que repetirlo. A ver si consigo el dichoso despacho...

miércoles, 22 de agosto de 2012

Excursión Lekeitio - Mutriku


Este verano no ha sido muy pródigo en navegaciones "largas". Por unas razones y otras, he dedicado mi tiempo libre a terminar algunos bricos siempre pendientes y a pequeñas vueltas de dos o tres horas, con lo que te limitas a salir de puerto y dar unos bordos delante de éste.

Así que lo único que puedo contar, en este sentido, son dos excursiones a Mutriku, separadas una semana y un poco distintas entre ellas, por diversas circunstancias.

En ambas se trataba de salir de Lekeitio e ir a Mutriku a comer, y vuelta a nuestro puerto a la tarde. En la primera fui solo, y creo que resultó más interesante en el aspecto náutico. En la segunda fuimos dos barcos, sendos matrimonios. En uno de ellos, un Puma 26 un matrimonio amigo, y en el Hooper, mi mujer y yo, bueno y nuestras perras (primera singladura para Sue). Fue un día muy agradable, con buen viento y mar y muy interesante por... luego os cuento :-)

Empiezo por el primero, y en el que creo que me extenderé más.

 

Primera excursión

Era un martes de julio. Subí al Hooper a las 11 de la mañana, lo que quedó como hora oficial de inicio de la excursión. Bueno, en teoría, porque ya se sabe que luego hay que preparar las cosas, revisar, arrancar motor, preparar drizas, escotas y demás cabos para que la maniobra esté limpia, guardar bien las cosas que no necesitaremos durante el viaje y poner a la mano las que sí, arrancar y abandonar el atraque, quitar y guardar defensas, quitar funda de la mayor e izarla antes de salir de puerto, ponerse el chaleco salvavidas inflable, preparar la línea de vida... Y todo eso, lleva su tiempo, y más si estás solo.

¿Izas la mayor dentro de puerto? Pues depende. Si el viento viene en una dirección que resulte cómodo hacerlo o no sopla con intensidad dentro de puerto, sí, sobre todo si fuera hay una cierta ola, como era el caso. Así que lo hice.

Aquí podéis ver el trayecto que hice. Debajo de la imagen tenéis el enlace al mapa de la navegada.



Viaje a vela: Spi y orejas de burro


Salí con un viento NW de unos 5 kn, un fuerza 2. La mar de fondo era del NW también, bastante tendida y de una altura de metro a metro y medio. Salí rumbo casi Norte, para ganar "altura", pues esperaba bajar con viento de popa o casi, y quería dejar un cierto resguardo a la costa, para no tener demasiados problemas con la ola, al levantarse sobre los bajíos de la costa. Seguramente si hubiera subido otra milla más arriba, hubiera sido mejor...

Vista cómo estaba la cosa, estaba claro: Izar Spi y bajar con el viento de aleta, por la aleta de babor, , intentando evitar abatir hacia la costa, para terminar entrando de través a Mutriku.

Bueno, eso es lo que me pareció, aunque quizás no valoré mucho la mar de fondo...

El caso es que subí el spi y navegaba más o menos cómodamente a unos 3 nudos. Más o menos porque la ola, que recibía como el viento por la aleta, si no estabas atento y fino con la caña, tendía a empujarte y a aproarte a babor. Y la verdad es que con el spi, braza y escota casi permanente a la mano, y solo, no te quedan muchas manos para ser fino con la caña...
Eso conllevó en que alguna que otra ola me aproara más de lo debido, y el spi tomara aire por el grátil, por la cara de sotavento, teniendo tendencia a acercarse peligrosamente al stay. De hecho una vez se enrolló bastante en él. Hablo de memoria y digo lo que creo recordar que hice, porque en el momento haces cosas que te parecen adecuadas, aunque no las pienses mucho. Lo desenrrollé, creo, sin demasiado problema recuperando el viento casi hasta la popa, lascando un poco la escota para que no presionara mucho, y volviendo poco a poco hasta la aleta, permitiendo que fuera tomando poco a poco aire por el grátil, como Dios manda, y con ello se fue desenrredando poco a poco y volvió a portar bien. Menos mal.

Pero... esto de navegar de popa a spi tiene sus ciertos riesgos, y uno de ellos es que estás tan entretenido con los cabos, la vela, simetrías de la vela, llevar el spi centrado y si no lo está seguirlo, caña, que no te das cuenta de lo que hace el viento, y además como llevas el aparente casi "matado", no lo notas.

¿A qué viene eso? A que ya no navegaba a 3 nuditos, iba a 4,5 - 5, y las olas seguían presionando y aunque el spi iba alto e hinchado, la ola te hacía escorar artificialmente, mientras que el spi iba por libre a lo suyo, y empezaba una tendencia al bamboleo. A ser más fino con la caña para evitar el golpe de ola y seguir al globo...

Y en eso entretenido, cuando me pareció que iba bastante rápido. Entonces vi que el GPS marcaba entre 6 y 7,2 Kn, según la ola nos parara o nos lanzara, y el spi iba bamboleando más cada vez. Pensé que no eran condiciones para seguir llevándolo yo solo y jugarme alguna historia rara, así que pensé en arriarlo. Si tuviera un buen piloto o alguien acompañando a la caña, quizás lo hubiera mantenido.

Pensé: "pues abro el génova, para desventar y bajo el spi". Así se debe hacer. ¡¡Amigo!! ¡¡El génova no se quiere abrir!! Quizás porque no lo he hecho bien, pero una escota del génova, la "tonta", se ha enrollado en la punta del tangón, y no quiere soltarse ni se abre. Pienso en unos segundos "y ahora, ¿qué?". "Solo y en esas condiciones, no voy a ir a proa a soltar el rollo, para que me vaya de orzada y organice una. Hay que bajar el spi. Como sea". 
Con ese aire, bajar el spi, a lo burro, puedo romper algo, pero habrá que arriesgarse. Lasco la braza, que sale disparada un par de metros, no más, con lo que el spi se sitúa detrás de la mayor. Como el aparejo es bastante fraccionado, el spi pierde aire detrás de la mayor, así que ¡¡decisión!! Abro el stopper de la driza del spi y empiezo a bracear como un loco la escota, el puño y pujamen y baluma, hasta que tengo el pañuelo en la cabina, sin que nada se haya ido al agua. La verdad es que me parecía que había sido mucho más fácil que lo que me imaginaba. Mejor.

Ahora ya más tranquilo, sólo con la mayor, voy a proa atado con la línea de vida del arnés del chaleco automático y deshago el lío y quito el tangón y pongo el resto de la maniobra del spi en su sitio. Abro el génova y sigo navegando a un largo.

Pasado ese apretón, el viento ha debido de bajar algo. No sé que velocidad tiene o ha habido. Me faltaban piernas y brazos para ir a buscar el anemómetro de mano... Pero viendo después en winfinder las observacione del faro de Lekeitio, marcó en esos momentos un viento de media fuerza 5 con alguna racha de más. Para los incrédulos :-), tenía guardado la web en el móvil, pero no he encontrado forma de pasarlo al ordenador, así que os tendréis que fiar de mi palabra... :-)

El resto del viaje lo hacemos, Hooper y yo, a rumbo directo a orejas de burro con la mayor rizada a una velocidad entre 4 y 6 nudos, según nos hiciera efecto la ola. Más adelante bajó aún más el viento y quité el rizo a la mayor, manteniendo la misma velocidad. Iba cómodo, aunque el génova creo que pedía que lo atangonaran, pero no era cuestión de hacer más aventuras, pues entre un follón y otro, la hora iba para adelante...

En Mutriku


Mutriku y su puerto al fondo, al través del Hooper.

Sobre las 14:45 entraba en el puerto de Mutriku, sin mayor novedad. Un hombre muy amable, que viajaba en una roulotte con un montón de chavales además de una mujer y una niña, que parecían de su familia, me ayudó a atar amarras. No es imprescindible, pero siempre es más cómodo si te ayudan. Le di amablemente las gracias cuando salté a tierra, después de poner amarras, etc, etc, y dejarlo "a mi gusto".

Hooper atracado a la "pared"


El agua del puerto limpísima y las paredes llenas de vida. Se veían unos plumeros o abanicos de mar impresionantes de bonitos, y mejillones grandes por todos lados.

El puerto de Mutriku, siempre me parece impresionante, porque me recuerda a historias de corsarios y galeones. No sé si históricamente tendrá que ver, seguro que no, pero con esa bocana tan estrecha y alta, que parece más de defensa que otra cosa... La realidad quizás sea que es tan estrecha para librarse de los temporales del NW, pero soñar es libre.

Los muelles interiores que cierran el puerto.
Detrás de estos el rompeolas viejo, y al fondo, el nuevo rompeolas
en el que está instalado el generador de electricidad por olas

Me fui a comer al Bar-Pensión-Restaurante de la Cofradía. En un sitio estratégico del puerto, lo podéis ver en el plano del puerto que tengo hecho en Google Maps, me pareció un bonito sitio. No se come barato-barato, pero no es caro. Tampoco es que tenga muchos platos a elegir, ni es una gastronomía de esas de renombre, pero hay suficiente variedad y me parece un buen sitio. Os pongo lo que comí y los precios:
Ensalada (5,50 €), atún encebollado (11 €) muy rico, postre queso idiazabal y membrillo (5 €), pan y cervezas (a 2 euros la caña creo). Más IVA. Para hacerse una idea de la realidad de los precios, un menú del día por estas tierras te puede costar entre 10 y 15 €. Además, tanto la ensalada como el postre, se podrían compartir entre dos personas, pues eran raciones hermosas.

El Elenita Berria, el último pesquero de Mutriku 
y el edificio de la Cofradía

Es un lugar abierto, en plan cervecera, con mesas largas (aunque también hay algunas de 4 personas). Me parece un sitio bonito para comer en verano sin mucha pretensiones.



Después cafecito, paseo por el puerto y al Hooper, pues quería pasar por Ondarroa.



 Por estas escaleras habrá pasado mucha gente de mar

 A quién y cuándo se le ocurriría
taladrar la arenisca para atar amarras...

De Mutriku a Ondarroa


De Mutriku a Ondarroa, que serán como 2 millas y algo, las hice a motor, pues se levantó el viento de NW de nuevo, unos 10 nudos creo yo, luego tenía aire y mar (seguía la mar de fondo, algo más baja, en torno al metro, de NW) de cara. A 4 - 4,5 Kn. Tan en contra estaba aire y mar que acabé poniéndome un forro polar (no gordito) y la ropa de agua para los rociones, ademés del consabido chaleco salvavidas. Y el día en sí era más bien caluroso...

Así que los que me vieron entrar en Ondarroa así vestido, no sé qué pensarían...

 Pasado ya el rompeolas del Puerto de Ondarroa

Atraqué en la ría, antes del puente de Calatrava, pues evidentemente con un velero no se puede pasar, no al menos si se quiere salir también en velero... :-).



Podéis ver un plano del puerto de Ondarroa en Google Maps en el que he señalado algunos detalles.

Se puede fondear en el medio de la ría (una vez pasada la entrada al puerto grande, o bien contra la pared. Hay que tener cuidado con la pared porque tiene unos huecos grandes, en forma de ojivas, que para barcos grandes no importa, pero para pequeños... parece que se te va a colar por el agujero... y dentro además hay unos bloques bajo la superficie bastante amenazadores...



También hay pantalanes, pero esos pantalanes corresponden a amarres adjudicados a embarcaciones (por lo que se ve, a una pareja de embarcaciones que atan abarloadas), por lo que no se pueden usar.

Tras un paseito por Ondarroa, volví al Hooper y me fui hasta Lekeitio, a motor, pues el viento y la mar seguían en contra, aunque el viento bajó mucho, por lo que la vuelta fue razonablemente agradable y rápida.



Más fotos de la excursión:

La segunda excursión

Como ya he dicho, repetimos el plan, pero esta vez no en solitario. Fuimos dos embarcaciones.

La ida fue muy agradable, con un viento NE de 5-10 nudos, por lo que para no ir por la costa, volvimos a hacer un bordo bastante al norte, unas 2 millas sobre Lekeitio, virar y bajar en ceñida-descuartelar hasta Mutriku.

El viaje fue relativamente rápido (hablando de veleros, por supuesto). La comida, el paseo por Mutriku, y la vuelta a motor, porque el aire se había declarado en huelga, fue muy agradable.

¿Y si no pasó nada, por qué lo cuentas?

Pues porque sí pasó algo. Mi mujer y yo pudimos ver una orca.

Fue algo muy breve y no tuve opción de sacar fotos. Estábamos sentados en babor, cuando vimos una sombra grande negra pasando a unos pocos metros por estribor. Pensé inmediatamente en una ballena, aunque no podía ver su tamaño real, hasta que vi los típicos papos blancos de las orcas.
En cuanto nos pasó, subió a respirar enseñándonos su aleta dorsal, su costado y parte de su tripa.
En cuanto a su "eslora", nos pareció que sería tan grande como el Hooper más o menos, o sea que unos seis metros.
Lo que sí me pareció es que su aleta dorsal no parecía muy larga y era de punta redondeada. Por lo que he visto, parece que eso pueda corresponder a una hembra o un joven (o que nos hayamos equivocado de bicho :-)). También nos llamó la atención que sólo vimos (o sólo se dejó ver) ella, ninguna más, y es sabido que las orcas viajan en grupos o familias...

He buscado alguna imagen que pudiera reflejar lo que vimos, y aunque no se vea muy bien, ésta es la más parecida que he visto por ahora:



Por cierto, que parece que hay teorías que hablan de tres líneas evolutivas distintas de orcas, tan distanciadas que se plantean si se deben considerar subespecies o incluso especies distintas.
Algunas referencias al respecto:
Fue curioso que cuando contábamos lo que habíamos visto, la mayoría te preguntaban: "¿Y no habéis tenido miedo?".
Pues la verdad es que no, sólo pena de que no durara más y no poder sacar alguna foto... Pero los tópicos y los terrores atávicos, no descansan...

jueves, 3 de mayo de 2012

Ciclo de charlas 2012 Museo Maritimo Bilbao


Como ya comenté en una entrada anterior (la de autosuficiencia en las velas), el Museo Marítimo de Bilbao viene organizando unas charlas periódicas sobre temas relacionados con la mar. Creo recordar que éste es el segundo año.

Las charlas son de entrada libre y al finalizar se invita a una copa de vino, para ayudar a la charla "postcharla".

Aunque algunas ya han pasado, pongo el calendario del ciclo del 2012 por si lo consideras interesante y te quieres anotar alguna en la agenda...
Por cierto, les podéis pedir (en las direcciones de más abajo) que os manden información sobre los ciclos o las charlas...

  • 6 de marzo: El Pecio de Bakio (José Manuel Mates Luques, arqueólogo)
    • Un buque inglés de finales del siglo XVIII en la playa de Bakio.
    • El trabajo de los arqueólogos.
    • Los objetos recuperados y su catalogación.
  • 27 de marzo: Regata Ingenieros-Deusto. XXXII edición (José María Gorostiaga, Pride, Comité Organizador de la regata)
    • Historia, tradición y anécdotas.
  • 17 de abril: Taller de velería, las reparaciones a bordo (Miguel Lejarza, ADN Náutica)
    • ¿Cómo está cosida una vela?
    • Reparaciones a bordo.
    • Materiales de respeto y reparaciones a bordo.
  • 8 de mayo: El motor diesel. Reparaciones de emergencia a bordo (Asociación Vasca de Capitanes y Patrones de Yate, Itsasamezten)
    • Diagnóstico de problemas.
    • Repuestos y herramientas imprescindibles.
  • 22 de mayo: El Euskera en la base de la navegación (Javier Goitia Blanco)
  • 5 de junio: Navegación a vela adaptada para invidentes. Primeras experiencias en Euskadi. (Ania Miner, "Proyecto Cierra los ojos y velas")
    • Formación de náutica para invidentes.
    • Instrumentos de navegación adaptados.
Lugar: Auditorio del Museo Marítimo (en la planta baja, por la entrada principal del museo).
Hora: 7 de la tarde.
Tras la charla  se ofrecerá una copia de vino, cortesía de Grupo Iruña y Paternina.



MUSEO MARÍTIMO RIA DE BILBAO
Muelle Ramón de la Sota, 1 48013 Bilbao Telf. 94 608 55 00
http://www.museomaritimobilbao.org
info@museomaritimobilbao.org
En twitter @MaritimoBilbao

jueves, 26 de abril de 2012

Cambio de marchas en el FB

Un tema que tengo por resolver es hacer una prolongación o "mando a distancia" para el cambio de marchas del motor fueraborda.

Colgado en el espejo, queda bastante atrás y medio tapado por el motor, al menos en el mío, y sobre todo en atraques es un poco incómodo cambiar la marcha...

No sé si este año tocará, que tengo muchas cosas pendientes, pero debería.

Mientras tanto, y a la espera de lo que haga, tenía unas fotos de un prototipo que me envió un amigo, que escribe el blog el Faro del Picacho, que recomiendo porque tiene entradas muy interesantes para los que somos pequeñitos...
No lo había comentado porque no había escrito nada sobre ello...

Pero veo que ya lo publicó en su blog, así que lo que voy a hacer es enlazar a su artículo, donde lo explica perfectamente, y con su permiso, enlazar una foto de cómo queda el invento, que FUNCIONA...
Su motor es un Mercury 6 CV de 4T, pero es clavadito en lo sustancial al del Hooper, un Mariner 5 CV 4T. Eso sí, más nuevo... :-)

La entrada en su blog: http://aloes-farodelpicacho.blogspot.com.es/p/motor-fb-cambio-de-marchas.html

Y cómo le ha quedado:


¡¡Bon apetit!! :-)

jueves, 19 de abril de 2012

Autosuficiente en las velas...

El martes estuve en una charleta práctica que se hizo en el Museo Marítimo de Bilbao.

La charla "Taller de velería, las velas a bordo", la daba Miguel Lejarza, de ADN Náutica (velería) y en lo poco que lo conozco, por un par de chapucillas que me ha arreglado, buena gente.



Además, a la salida nos invitaron a unas copitas de vino tinto de Paternina, que estaba muy bueno (aunque tomado a palo seco... para la próxima habrá que llevar un poco de pan y chorizo... :-))

Francamente, la charla me pareció muy interesante. Una pena que no hubiera mucha gente (no sé si las fechas, el tiempo...)

Y encima Miguel tuvo la gentileza de regalarnos unos cinturones hechos por él con material de velero...

Tenía dos partes, en una primera Miguel comentó los puntos por donde más frecuentemente rompen las velas (pensando en una mayor, génova/foque y espi) y cómo se podían reforzar. En una segunda parte, daba un cursillo intensivo y acelerado de cómo resolver algunas situaciones de rotura de vela, de fortuna, para poder seguir usando la vela. Viéndole parecía de lo más fácil...

La idea central era la autosuficiencia en una situación de rotura de una vela, pensando en una navegación de altura o en zonas donde no se puede encontrar una velería... Pero personalmente pienso que el marino, siempre tiene que intentar ser autosuficiente, y ser capaz de salir de cualquier apuro, sea motor o vela...

No voy a repetir todo lo que dijo, porque además lo haría mal... Si tenéis oportunidad y se repite, intentad ir...

Sí que voy a recoger alguna cosilla, y en concreto lo que él planteaba que siempre debería estar a bordo para una reparación de fortuna... Ya sé que en un plan de navegación como el mío, pues oiga, se quita la vela y se va a motor... pero nunca viene mal saber hacerlo y con qué...

Vamos pues con la lista de la compra:
  • Hilo de coser velas (poliéster)
  • Piola (hilo encerado). Sirve para lo mismo, pero es más grueso, corre mejor (pues está encerado) y es más fácil de usar...
  • Agujas de coser y repujos (refuerzos para empujar las agujas) o mejor alguna aguja-repujo (una aguja enmangada en un trozo de madera)
  • Alguna anilla inox.
  • Cinchas de poliéster 
  • Rollos de dacrón insignia (adhesivo)
  • Rollos de nylon adhesivo (para los spis)
  • Paños más grandes de dacrón (láminas autoadhesivas o no)
  • Tijeras.
  • Alcohol (para pegar los parches, la vela tiene que estar muy seca; se ayuda a secar y limpiar con alcohol)
  • Cinta adhesiva de dos caras.
  • Recomendable: "pumpies" (creo que les llamó así, son como esas chinchetas que se usan para murales de corcho, pero más grandes y fuertes) y una tabla.
En los tejidos de dacrón (mayor y foques-génovas), se puede poner encima del roto unas bandas de dacrón adhesivo (redondeando las puntas), si no es un roto muy grande. Si se pone la pegatina por los dos lados, es importante que no coincidan exactamente...
Me refiero: Pon las dos manos juntas, como rezando. Ahora mueve un poco una mano a cada lado... Siguen juntas, pero se ve parte de las dos palmas... Así tienen que quedar las pegatinas. ¿Se entiende? No exactamente superpuestas...
El dacrón, original o la pegatina, se puede coser (siempre en zig-zag) sin miedo.
 Si el roto es muy grande, hay que poner un trozo grande y sustituir la parte rota después... Es como si pusieras un trozo de parche grande, que se puede unir a la vela con cinta adhesiva de dos caras, y reforzar con una tira de dacrón adhesiva o coser... No concreto más para no meter la pata...

En los tejidos de nylon (spis) hay que distinguir tres casos:
  1. roto pequeño. Antes de que se haga una avería grande, con rollo de nylon adhesivo para reparar spis.
  2. Roto más grande, tipo un "siete". Quedará más fuerte aunque menos elegante usando dacrón adhesivo.
  3. Grandes rotos: habría que usar un parche de tejido de espi, por encima del roto, sujeto con la cinta adhesiva de doble cara más una cinta por encima de nylon adhesivo (rollo), y recortar lo roto. Igual que he dicho antes, no concreto más...
Las velas de nylon (spis) y las de regatas (de pentex, carbono, etc) no se pueden coser, pues rasgan. Se deben reparar con cintas o trozos autoadhesivos.

Antes de acometer la reparación o pegar el parche, hay que poner la parte rota sobre una superficie plana y buscar una posición que corresponda al corte que tenía antes de la rotura. Más o menos: si vamos tirando de las partes laterales, veremos que aparecen arrugas. La posición correcta será cuando no haya arrugas... Para poder conservar esa posición mientras arreglamos es para lo que se pueden usar los "pumpies" antes dichos para clavar la vela en una tabla. Por lo menos con las de dacrón se hace. Con las otras (Nylon o composites) no me atrevo a afirmarlo...

Si encontrara alguna página interesante, la añadiré...


viernes, 30 de marzo de 2012

Minivela y petreles...


Hace un tiempo (mucho) oí parte de una entrevista en la radio.

Entrevistaban a un navegante catalán (no me quedé con el nombre) que es o había sido regatista en la clase mini.

Clase Mini y MiniTransat


Algo de ello, había leído en La Taberna del Puerto, pero para ser sincero, tampoco le había prestado mucha atención. Leo algo de regatas, pero no soy un apasionado de la competición.

Pero, en la entrevista no se hacía una exposición para "loc@s de las regatas" sino que más bien se explicaba que era eso de los minis... del que el entrevistador se manifestaba como un enamorado del concepto.

La clase Mini, con la Mini Transat como máximo exponente, hace referencia a monotipos de regatas (¿se dice así?) de 6,50 metros de eslora. Y la Mini Transat es una regata transoceánica en solitario en esos barcos de 6,50 metros de eslora total.


¿6,50 metros de eslora? Sí, poco más que el Hooper.
De acuerdo. Es otra guerra. Otro concepto de barco, en su finalidad y diseño...
Son pequeños fórmula 1 de la mar.
Pero 6,50 metros a la postre.
Barcos mangudos (3 metros de manga) buscando la estabilidad y seguridad, como se está entendiendo hoy en día, no entro si bien o mal porque no lo sé, y buscando velocidad y planeo en portantes.
En Youtube he visto algunos minivídeos de estos minibólidos marinos, planeando con spi, alucinantes...


Después, he ido investigando un poco sobre estos barcos... y yo también me he ido enamorando de ese concepto, pequeños barcos muy rápidos y divertidos (¿sabría manejarlos?)... y he ido recordando tantas lecturas en foros de náutica, e incluso consejos de viva voz... "¿Cantábrico, por debajo de 9 metros? ¡¡¡Ni pensar!!!"
Curiosamente, el tamaño "mínimo requerido" ha ido subiendo conforme ha evolucionado la capacidad de consumir (o malgastar) de nuestra sociedad. Olvidando que la navegación a vela ha sido posible durante muchos años con barcos mucho menores (que se lo digan a los franceses...).
Pues sí, existe la minivela...

Pero esta negación no ha sido sólo en el punto de vista de navegación de aficionado...

He encontrado pocos recursos sobre los "minis" en castellano, pese a que ha habido buenos regatistas en esta clase. He incluso he leído hilos en foros, quejándose del poco apoyo que recibió esta clase en España, cuando no franco desprecio. Parece, por lo leído, que últimamente se les está empezando a estimar. No está mal, teniendo en cuenta que la clase mini nació en 1977...

¡Eh, Petrel!


En la segunda parte de la entrevista, hablaba con la misma persona entrevistada sobre el libro "¡Eh, Petrel!" y sobre la navegación que hizo Julio Villar desde Barcelona (1968) hasta su vuelta a Lekeitio (1972), después de haber dado una vuelta y media al mundo... ¡¡en un Super Mistral, un barco de 23 pies de eslora!! Y por supuesto, nada que ver con los minis antes citados.

 Julio en el Petrel, unos cuantos años más tarde...

En esa circunavegación nació el libro "¡Eh, Petrel!" (Petrel era el nombre de su barco), un libro muy curioso en su contenido (nada que ver con un diario de navegación al uso), muy lleno de poesía, sensaciones, momentos duros y momentos místicos, que ha llevado mucha gente a la navegación (en concreto el entrevistado afirmaba que ese libro fue su primer contacto con la mar) y que lo mismo apasiona que aborrecen muchos. Llevo leída la mitad del libro. Espero acabarlo esta Semana Santa, y a la vuelta, poder hablar de él...

Julio Villar nació en San Sebastián en 1943. Fue un montañero y se hizo guía de Montaña. A los 25 años, tras una lesión, dejó temporalmente la montaña. Consiguió un Super Mistral y se hizo a la mar, en solitario, sin saber casi nada de navegación, sin medios, sin motor ni luces de posición, sin GPS, ni radio, ni...

Un hippy de la mar...

 El Petrel, hoy en día, después de haber sido restaurado
y recuperado su aspecto hippy...

Minivela ¿Por qué no?


Esta entrada, ¿es un alegato a favor de las "aventuras"? No. Yo no haría lo que hizo Julio. Y menos como lo hizo él. Y estoy casi seguro de que ahora, en la madurez de su vida, él tampoco lo haría.

¿Es una denuncia contra los armadores de grandes veleros? No, para nada. Me gusta las tardes de los domingos del verano darme una vuelta por el muelle, con las perras y observar, curiosear y remirar los veleros, generalmente de 30 a 42 pies, atados en el muelle... con un poco de envidia sana...

Lo que sí que es un sentimiento de que existe una hermana menor de las grandes gestas de la vela, y que por ser menor, algunos menosprecian o desprecian, y no es justo. Y que es totalmente satisfactoria, tanto como a otro nivel puede serlo una navegación "de altura" y de gran eslora... También me gusta en verano contemplar a las embarcaciones de vela ligera que juegan con el viento en la bahía... y pienso que es bonito y de mucho mérito...

A ver quién se atreve a decirle que es un dominguero...

Al final, tampoco "recomiendo" un barco pequeño, como alguno me ha sugerido/reprochado en privado alguna vez. No.

Lo único que creo es que se debe elegir un barco que sirva para el plan de navegación de quien va a ser su patrón o armador. A veces será un divertido y técnico vela ligera, podrá ser un minicrucerito, con el que disfrutar una tarde de verano, o quizás sea un duro velero de 40 pies, propio de un crucero de altura. Cada uno debe mirar lo que le conviene y puede mantener. Pero también la minivela es una opción.

Por acabar con un símil, hay una gran montaña, las gestas de los ochomiles, gestas que no están al alcance de cualquiera (aunque cada vez más sea una cuestión de dinero), y que tampoco debieran quizás estarlo, pero hay también una pequeña travesía por esa montaña cercana, de botas, mochilita y bocadillo de tortilla. ¿Es que ésta no vale? De eso nada.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Geure Ametsa, de Lekeitio a Martinica


"Geure Ametsa" (que en español sería algo así como "Nuestro sueño") es un Puma 38, con aparejo ketch, palo mayor y mesana, de 13 metros de eslora y puerto base en Lekeitio.

Geure Ametsa

Partió de Lekeitio el 25 de noviembre, con rumbo al Caribe, a Martinica, donde han llegado el 7 de enero.

La travesía está en un blog, http://geureametsa.blogspot.com/

Escrito en un estilo muy personal, por Edurne, pero una delicia para leer.

Transmite con mucha fuerza la experiencia vivida, y los en ocasiones duros momentos que les ha tocado pasar, además. 

Nada que ver con lo que se suele oír de las travesías con los alisios, a orejas de burro y cervecitas en mano... Pero a la vez, lleno de ternura, complicidad y alegría de vivir...

Con permiso de ellos, voy a seleccionar unos párrafos:

Según se va acercando el día de marchar, se nos encoje cada vez más el estómago cuando pensamos en todos los días que los niños van a estar sin aita y ama... pero bueno tenemos que pensar que al principio va a ser duro el separarnos pero que luego vamos a disfrutar tantísimo los cuatro que va a merecer la pena.
...
Me voy al camarote de popa aunque con tanto movimiento no cojo postura y al poco oigo un fuerte estruendo y subo a cubierta...  Al salir y ver toda esa mar enfurecida con tremendas olas rompiendo por todas partes y las fuertes rachas de viento que subían cada vez más hasta llegar a los 35 nudos de aparente, me quedo helada y paralizada;  Asi que para ésto es muy despierto, se da cuenta en seguida del pánico que estoy sintiendo y empieza a darme órdenes: - tira de la escota, coje ésto, haz lo otro, y éso sí, muy importante, no mires a popa.  Y trankila que ésto va a bajar en cuanto salgamos del canal...
...
En el Geure ametsa ésta noche no se ha dormido ni 10 minutos seguidos.  Mi Patrón con el chaleco y atado en corto, ha permanecido toda la noche en la bañera controlando las fuertes subidas de viento que cada dos por tres nos abordaban.  Y yo dentro tumbada sujetándome con brazos y piernas para no salir disparada.
En una de éstas se oye una de tantas olas rompiendo contra el barco, BUM! Y seguido, Asi gritando:
   - Kagüen Dios, pero qué cojones te hemos hecho JODER!!!
...
La noche está preciosa lleeeena de millooooones de estrellas.  La mar sigue tranquila, el viento muy estable de ENE con 20 nuditos y es un verdadero placer estar en la bañera.
 ...
He de reconocer que no ha sido un camino de rosas, es más, para mí ha sido durísimo... Y he llevado fatal, fatal la separación de los niños por tanto tiempo.
Pero ahora que estamos llegando me siento muy feliz de haberlo hecho y la satisfacción interior está ahí!!
En este momento, ya reunidos con sus dos niños (niño y niña), navegan y disfrutan por el Caribe.


Espero que disfruten todo lo que se merecen y más.

Por cierto, el Geure Ametsa está disponible para chárter, salidas, prácticas... en http://www.lekeitioitsasbidaiak.com/velero.html

lunes, 27 de febrero de 2012

Orza abatible del Somo 20


Periódicamente, alguien me pregunta sobre el mecanismo de la orza abatible del Somo 20...
Supongo que la edad no perdona, y la fatiga de los materiales causará que los mecanismos empiecen a fallar...

Y lamentablemente, siempre tengo que decir que no puedo aportar nada a esta pregunta. El Hooper es de orza fija.

Ante una enésima consulta, he pedido a Félix, un amigo somero que ya antes nos ayudó con una entrada en la que aportaba un aparejillo para poder levar la orza con menos esfuerzo, si tenía algo al respecto. Y amable como siempre, me ha facilitado un esquema de funcionamiento de la orza abatible, que espero que os pueda servir a los que tenéis barcos Somo 20 con orza abatible.

Incluyo una imagen del esquema, pero el esquema está disponible en formato pdf en la página de archivos del Hooper, donde he colgado información, fotos y demás que he conseguido de los Somo, concretamente en este enlace.


lunes, 16 de enero de 2012

Atunetan (a por bonitos)



A decir verdad, no sé por qué me he acordado hoy de esta historia. Aunque sea una historia que nunca he olvidado, y que espero no olvidar nunca... y que no estará mal escribirla, por si mi memoria va a menos...

No tiene que ver con la vela, ni con los Somo, pero sí tiene que ver con la mar y me sirvió para aprender muchas cosas que me han acompañado en la vida náutica... Espero que disfrutes leyéndola...

Nota: Como se verá, esto ocurrió hace muchos años. Tengo en mi cabeza recuerdos muy vívidos de lo que pasó, otros son más difusos... Pero recuerdo bastante bien casi todo lo destacable que ocurrió ese día. No me puedo acordar, lógicamente de los diálogos que mantuvimos, tal cual, por lo que el relato lo he "novelado" un poquitín, en cuanto a los diálogos que se exponen, pero responden fielmente a lo que ocurrió en su esencia.

Bermeo. Año 1978?

Yo tendría 17 años.
Paseábamos por el pueblo de Bermeo, villa en realidad, donde mi familia había alquilado un piso para veranear. Hoy en día se definiría como piso patera, porque allí estábamos una pila de gente... Mi difunto cuñado se encontró con una prima de... familia al fin y al cabo. "¡Hola Vitori! ¡Cuánto tiempo...!".

Vitori estaba vendiendo bonito (el bonito del norte o albacora, en euskera, vascuence, "oficial" se dice «hegaluze», pero allí y en otros varios puertos vizcaínos se llaman «atunak» en euskera, de ahí el título). Creo recordar que lo que vendían eran ijadas empanadas y fritas en la misma calle en unas enormes cacerolas, muy típicas en Bermeo, por lo menos en aquel entonces,  que se vendían al estilo de como se  vendían los "fish & chips" en Londres, puestos en la calle para comer seguido o casi...

Resumiendo, Vitori estaba casada con un arrantzale (pescador) bermeano, Sotero.

La conversación derivó en que a mí me encantaba pescar... y el mar... (yo no había embarcado en mi vida, como mucho en los botes que pasaban la ría de Bilbao de una orilla a otra)...  y me dijo Vitori: "¿Y te gustaría ir con él?"

¡¡¡Dónde hay que firmar!!! ¿Y gratis? ¡¡Estoy dispuesto a hacer lo que sea!! Por fin iba a ver los rompeolas desde el otro lado. Siempre pescando desde tierra con mi caña y viendo con envidia los barcos y barquitos que se hacían a la mar...

Al de dos días, me fui a su casa a pasar la noche, con un buen jersey, unos pantalones de repuesto, unas playeras de cuero y un impermeable engomado que usaba para la pesca de truchas en río.

Vitori y Sotero tenían una hija, más o menos de mi edad, y lo siento pero no puedo acordarme ahora de su nombre. Una chavala digna hija de la villa de Bermeo, maja y de carácter tenaz, aunque un poco tímidos fuimos los dos entonces, cosas de la edad... Supe muchos años más tarde que había sido la primera o la segunda que se había apuntado en la Escuela Náutica de Portugalete (de la Universidad del País Vasco) para estudiar capitana y con excelentes notas, además. Espero que la vida la haya tratado y la siga tratando muy bien.

Sotero para mi era un hombre muy mayor. Quizás no tendría los 50, no lo sé. Tenía la piel gruesa y curtida, de quien se ha pasado la vida en la mar. No muy alto, pero fuerte. Hablaba despacio, como pensando todo lo que iba a decir.

Creo que le caí bien a Sotero. Hablamos mucho. Aunque a veces era un poco difícil. Su español era limitado, y mi euskera también (mucho más limitado aún), así que había cosas que intentaba explicarme en un español con un fuerte acento vasco, y cuando no le salía me lo decía en vascuence, y yo trataba de traducir su euskara vizcaíno "local" a mi escaso euskara "académico" batua, a ver si conseguía entenderlo. Pero nos arreglábamos bien. Ese hombre me dejó fuerte huella y muchos recuerdos.

El plan era cenar pronto (por lo menos yo), dormir (¡si podía!) y levantarse a las 3:30 para salir a por atunes. Nos levantamos (yo ya estaba despierto, sin despertador, como me pasaba cuando iba a pescar al río), desayunamos, nos despedimos, cogí mi petate, un par de bocadillos de jamón y queso (muy importantes) y nos fuimos al rompeolas. Allí, un grupo de patrones, supongo, examinaban el mar y debatían en euskera. Supuse que discutían a ver si se salía o no. Desde hacía un par de días, la mar se había levantado, en un pequeño maretón de esos que se levantan en verano en el Cantábrico, cuando entra el NW y levanta la mar y llega la mar de fondo. De repente, se disolvió la asamblea.Yo no entendía apenas lo que decían. Sólo veía caras de preocupación y concentración. Sotero me dijo "Vamos a la mar". ¡¡¡Bieen!!! se me escapó. Él sonrió. "Ya tienes ganas, o ¿qué?" Ni te imaginas...

Por supuesto, por si alguien moderno está leyendo ésto, aclarar que entonces no había Windgurú, ni Windfinder, ni Euskalmet, ni bueno, previsión de la Meteo española sí habría, pero no salía en la tele y no había internet... Así que se hacía lo que los "viejos" decidían, según vieran la mar.

Sotero era dueño y patrón de una merlucera de 9 metros, más o menos. En su tiempo, había tenido hasta tres marineros, pero la cosa iba a menos, sobre todo la costera de merluza y besugo, y en ese momento sólo le acompañaba uno. Nos encontramos con él y fuimos a la embarcación. Era de noche cerrada. Encendió el motor diesel y salimos. La merlucera tenía una cabina mini, que en realidad estaba más destinada a resguardar el motor y unos pocos mandos que las personas. Tenía un francobordo seguro, y una proa muy lanzada y alta, para pasar la ola. Casi todo era cubierta, descubierta, valga la paradoja. En la parte anterior tenía un camarote-bodega al que se accedía desde proa por un tambucho. Detrás del motor tenía una bodega con hielo para la pesca. La embarcación se dirigía desde la popa, con una potente caña. Casco de desplazamiento, redondo y pesado. De madera. La típica embarcación cantábrica. Lenta, pero dura y segura.

Por supuesto, no llevaba ni VHF (yo no la ví, al menos, y seguro que no se encendió), ni radiobalizas, ni GPS, ni corredera, ni había móviles, ni... Sólo arte y saber marinero, muchas capas de salitre y una relación de amor-odio con el mar, seguramente.

Salimos del amarre. En popa íbamos Sotero y yo. El me iba explicando cosas de la mar, de las estrellas, Goizeko Izarra (la "estrella de la mañana", el lucero del alba, creo, el planeta Venus) y más que no me acuerdo. Cuando salimos de la protección del rompeolas y empezamos a atravesar las olas que venían del Nw, empecé a sentir algo dentro de mí, como si una nueva vida hubiera surgido en mi estómago, como si una extraña marea se elevara en mi interior... Sotero me sugirió que me fuera al camarote de proa a dormir un rato, a ver si me sentía mejor.

Abrí el tambucho, cerré y bajé las escaleras. Era un espacio pequeño pero muy bien aprovechado, con 4 o 5 literas que más parecían nichos para difuntos que otra cosa. Y un fuerte olor a gasóleo. Alguna fuga del depósito que seguramente estaba en algún pañol en proa... o mal aislado el compartimento motor. Recuerdo que me llegué a tumbar en el camastro, más cómodo de lo que parecía desde fuera, pero lo que me quedé sin saber es si era cómodo estar allí más de 2 minutos. Con la marea estomacal, se había levantado una potente mar de fondo en mi estómago. Subí a toda leche, tiempo justo para llegar hasta la borda más cercana.

Por el rabillo del ojo vi la cara de disgusto del marinero. No me había dirigido la palabra. A Sotero apenas dos o tres. Cuando acabó su faena en el desatraque, se colocó en una bancada en la amura de Br y no se movió ni volvió a decir nada. Sotero me dijo: "Si quieres, volvemos, estamos «serca»". Me lo dijo en voz baja, con un gesto de contrariedad a duras penas disimulado, de quien sabe que eso es una faena mayor de lo que quiere dejar ver. Vi que el marinero avinagraba su cara. Seguramente me consideraba un "niño mono" que iba a pasarlo chupi. En cambio para él, esa salida era su jornal y la de su familia, si la tenía. Lo entendía, y para intuir lo que había detrás de aquellas palabras y aquella situación, no me hacía falta ver sus caras y además no estaba dispuesto a perderme eso ni aunque me muriera. Le dije que no, pero que no me volviera a pedir que bajara al camarote, prefería morirme al aire libre.

Sotero me dijo entonces que sacara el bocadillo de jamón York y queso. Le dije que lo último que me apetecía era comer algo. Y él me dijo "si no comes algo, no te pasará mareo". "Tienes que comer, aunque eches, no importa, ¡tú come!". Sabias palabras. Una hora, creo, más tarde y un bocata y medio más tarde, mi cuerpo empezaba a estar a son de mar.

Cuando me vio mejor me dijo "Coge la «lema» (el timón)". Otra vez vi al marinero con cara de querer asesinarme. Decididamente, yo era el niño mimado del patrón. "¿Y qué hago?" "Tú lleva así, todo derecho". Le seguí con la mirada medio perdida, todavía un poquito mareado, hasta que le vi que se iba a la parte media , junto a la minicabina, se desabrochaba los pantalones impermeables, y otros dos pantalones que llevaba por debajo, y asomaba su trasero por encima del carel. No, tampoco había WC, ni marino ni químico, ni tanque de KKs ni cosas de esas. Cada vez que leo cosas de esas, los vertidos y todo eso, me acuerdo de Sotero sentado encima del carel, agarrado a la minicabina del barco. Retiré la vista rápidamente, por pudor ajeno sobre todo, y me concentré en la caña y llevarlo más o menos derecho. No sé si lo haría bien, pero Sotero me dijo que sí. De todas formas, la ola había bajado mucho al entrar mar adentro.

El sol estaba más o menos alto y el mar tranquilo. No sabría decir cuánto tiempo había pasado desde la salida. No recuerdo haber llevado reloj. Tampoco no haberlo llevado. Sí recuerdo que en ningún momento miré ni pregunté la hora. Vivía el momento, y ese momento a veces era muy corto... La costa se adivinaba más que veía. Le pregunté a Sotero dónde estábamos. "¿Ves eso?". Le dije que sí, aunque no estaba seguro de lo que tenía que mirar. "Cabo Peñas. Un poco más para allá y rumbo Norte media hora o así y luego al Oeste a pescar". Supongo que eso era navegación de estima...

Aquella salida para mí fue la leche. Impresionaba la sensación de una inmensidad azul oscura y de soledad que te rodea. Vimos algún que otro atunero, pero muy pocos barcos y muy lejos. Lo primero que aprendí es que un barco en puerto es grande. Pero allí adentro, todos somos pequeños frente a la mar...

No se veía vida en superficie. No vimos cetáceos de ningún tipo. Pero debajo sí había vida. Vi lo que creí que eran mantas, peces enormes, aplanados y de una silueta más o menos romboidal, más anchos que la manga de la embarcación, de claros colores. Era impresionante como contra su cuerpo más o menos claro el azul oscuro hasta entonces del mar explotaba en una enormidad de matices azulados brillantes.. Más tarde, oí un estruendo en popa "¿Qué ha sido eso?" "Un «pes» espada grande. A «veses» saltan". Vi una mancha rojiza: "Son chicharros. Antes sí había. Pasabas horas igual atravesando chicharros. Hoy pocos hay".

Pero los aparejos (4 aparejos de mano, armados con "malutas", colgando de unos grandes carretes de mano) no se movían. Los dos pescadores estaban preocupados. Yo iba de fantástica excursión, pero ellos estaban tristes. Estaban allí para ganar el jornal, y si no pescaban nada, además de no ganar, Sotero perdería dinero.

Al de un rato uno de los sedales cobró vida "Ssshhhh". "Tú «lema» (timón) y quieto ahí, ya te digo yo". El marinero empezó a recoger los sedales que no habían tocado, mientras que Sotero se puso a toda velocidad una especie de dedil hecho con un trozo de una cubierta de bicicleta y echó mano al aparejo que se iba. Unos cuantos minutos, muchos, pasaron hasta que se empezó a ver el pez. "Es un «simarrón», pero es pequeño". Era un atún rojo (al atún rojo en euskera en Bizkaia se le llama así, «zimarroia», cimarrón; en euskara, su nombre "oficial" es «hegalaburra»). Saqué un par de fotos sin molestar (no, no había ni móviles ni cámaras digitales, así que no se sabía cómo saldrían) y al final lo ganchearon y adentro. No, no era grande. Era un joven, con sus marcas transversales rojizas, y pesaría unos 6-8 kilos. Algunos minutos más tarde, cayó otro similar y se volvió a repetir la historia.

Creo que serían sobre las 11 o 12 de la mañana. La verdad es que no tenía un percepción muy cierta del sitio ni de la hora en que vivía. Y no me acordaba, hacía horas, de mi estómago.

Pasó un gran rato. "Ya tenían que estar picando", me decía Sotero con cara preocupada. Dos atunes rojos pequeños no era mucho para un día de pesca. Y además, en aquellos años no había japoneses recorriendo el planeta en avión comprando atunes y así como el bonito era apreciado y fácil de vender en conserveras o al público, el atún rojo no se apreciaba mucho. Mejor que nada, pero...

"Vamos a comer". Yo comí lo que me quedaba de bocata de jamón y queso. Sotero me ofreció parte de su comida, pero no tenía hambre. Flotaba en un estado mezcla de excitación, calma, estar pasándolo da buten, inexplicable. Me ofreció la bota de vino. Le dije que no, muchas gracias. Algo dentro de mí me decía que mejor aguantar sin beber nada...

De repente, el vientó arrancó y arreció. NW. Toda la mañana había estado muy calmado. El mar empezaba a ondularse. Las primeras ondulaciones dieron paso a olas cada vez mayores, muy redondas y tendidas, pero cada vez más grandes. Sotero escudriñó hacia el Oeste y murmuró que para lo que se había hecho, mejor ir a casa, y puso proa al ESE.

Al de un rato, las olas eran bastante grandes. Por lo que recuerdo podían ser de 2 metros ¿o algo más?, no rompientes pero ya no eran tan largas. El marinero parecía un poco preocupado y malhumorado, pero seguía sin decir nada desde que habíamos salido de Bermeo. Sospechaba que no había salida de buena gana, y yo seguía sin gustarle...

Sotero me dijo "Toma la «lema» (timón), vas a aprender hoy". Vi que el marinero se volvía de repente y le miraba con furia y estuvo a punto de decir algo. Las olas entraban de popa, y nos levantaban como si fuera un pequeño "balansé". La primera no recuerdo cómo la tomé, pero hasta yo tuve la sensación de que metí la pata. El me dijo que tranquilo, que todo hay que aprender y me explicó un poco como tomarlas y allí empezamos a subir las olas (más bien nos subían ellas) y a surfearlas pendiente abajo. La embarcación aguantaba y dominaba la situación y no transmitía ninguna sensación de peligro, aunque el mar no estaba fácil. Aún parecía más pequeña que a la mañana... No lo haría muy mal, porque el marinero se relajó y volvió a poner la mirada en proa y se olvidó de mi. Yo me lo pasaba chupi. De vez en cuando, le preguntaba a ver qué tal y Sotero me decía que "«ederto» (muy bien)".

Tuvimos ese mar unas horas, supongo, no sé cuánto. Pero estaba disfrutando. El me dijo que si quería dejar la caña. Yo le pregunté a ver si lo estaba haciendo mal y él me dijo que no, pero por si me cansaba o aburría... ¿¿Aburrirme?? Me lo estaba pasando como un enano. La única pena que tenía era que sabía que esa pesca, justo valdría para pagar el gasoil...

A la altura de Matxitxako, creo recordar, cogió Sotero la caña. Entramos a puerto ligeramente pasadas las 17:30 (por el reloj que no recuerdo si estaba en la iglesia o en el antiguo casino, pero sí recuerdo haber visto la hora). Todos aliviados, sobre todo el marinero. Muy cansados. La vuelta había sido una buena tunda. Pero yo muy contento. Feliz. Enormemente feliz. Aunque se mezclaba con esa sensación triste de la poca pesca, no por mí, sino por ellos. Pero también aprendí que el mar es duro, y todos los días, sí o sí, tener que salir, es duro. Tiene mucho mérito lo que hacen nuestros «arrantzales» y gente de mar...

En el puerto estaban mis padres. Mi madre con cara de preocupación (conociéndola tuvo que pasarlo muy mal, el mar la aterraba). Sotero les dijo algo de "muy bien, es un hombre", o algo así, pero no recuerdo mucho. Sólo recuerdo que flotaba sobre el muelle... Durante mucho rato...

lunes, 9 de enero de 2012

Necesito mi sangre, otros también


Esta entrada no es de tipo náutico, o sí, que nunca se sabe...

Esta mañana se ha acercado una unidad volante de donación de sangre, un autobús de OSAKIDETZA - Servicio Vasco de Salud, a mi centro de trabajo.

Entre empresas privadas y centros administrativos, es fácil que por allí trabajen al menos 2.000 personas.

He estado a las 12:30 y he estado solo, con las personas que atienden. No ha pasado casi nadie.

De acuerdo que el día era un tanto asqueroso (viento y lluvia) y que no apetecía mucho. Y de acuerdo que nos da mucho yuyu la cosa de que atraviesen nuestra integridad personal, para extraer algo nuestro...

PERO HAY QUE ECHAR UNA MANO.

Por eso os ruego: HACEOS DONANTES DE SANGRE Y TODO LO QUE PODÁIS.
Donad todo lo que podáis, menos el barco :-), que al otro barrio no os vais a llevar nada.

A mí también me daba mucho yuyu el tema de las agujas. No os podéis imaginar. Pero es un momento, si no miras ni te enteras (cuidado con la ventanilla que refleja :-)) y encima te invitan a comer y beber (sin alcohol) cuanto quieras...

Y con ello hacemos mucho bien a los demás. Y quién sabe si a nosotros mismos un día...

 Gotita de sangre

Asociación de donantes de sangre de Euskadi
Donantes de la Cruz Roja
Donantes de sangre en San Google (busca tu centro más cercano)

(La escribí un día lluvioso de diciembre, pero sigue siendo actualidad. Entonces, ahora y siempre)